martes, 21 de marzo de 2017

La primavera en la Medicina China

La primavera, según la Medicina Tradicional China, está regida por el elemento Madera, simbolizado por un árbol que crece con fuerza después del invierno. En primavera, la energía aumenta y es muy activa. Es la estación en la que los vegetales renacen y crecen, la del crecimiento y el empuje, la desinhibición, desbloqueo y desarrollo, por lo tanto es el momento del año en el que tenemos más energía para realizar proyectos, para limpiar y eliminar obstrucciones, ya que es un tiempo de cambio y renacimiento.

Los órganos asociados al elemento Madera son el Hígado y la Vesícula Biliar. El Hígado, por su parte, es el órgano que asegura el flujo correcto de la energía o Qi a través del cuerpo, por lo tanto muchos dolores y desórdenes emocionales son muy comunes cuando hay desequilibrios en el Hígado. Un Hígado en hipofunción facilitaría un estancamiento de Qi, lo que podría provocar dolores a nivel de tórax, estomacales o abdominales, estreñimiento y trastornos menstruales. Por otro lado, un Hígado en hiperfunción podría ser el causante de muchas cefaleas y migrañas (tan comunes en esta época del año), y de muchos trastornos digestivos, tales como eructos, vómitos, distensiones abdominales y/o estreñimientos.
La Vesícula Biliar es considerada en la MTC como un órgano importante a nivel psíquico. Se le atribuye el control de la iniciativa personal, del coraje y de la osadía. Una Vesícula Biliar en Insuficiencia generaría en una persona síntomas de indecisión, miedo, timidez o cobardía injustificadas.

La emoción que rige en el elemento Madera es el resentimiento, la furia y la ira. Un correcto flujo de Qi de Hígado generaría estabilidad en el estado emocional, con personas asertivas y sin agresividad ni sentimientos de culpa. Por el contrario, una deficiencia o hiperactividad en dicho flujo generaría irritabilidad o agresividad, labilidad emocional o estados depresivos.

El Hígado es también el encargado de mantener la elasticidad de los músculos y tendones y la fortaleza de las uñas, por lo que cualquier trastorno relacionado con éstos, como calambres, hormigueos, rigidez, o bien uñas quebradizas, blandas, sin brillo o con estrías podrían hacernos pensar en alteraciones en la Sangre del Hígado.

El órgano sensorial relacionado con el elemento Madera es el ojo. Un Qi de Hígado en buen estado nos aseguraría una buena visión y movilidad del ojo, mientras que un trastorno que lo afecte podría provocar ojos congestionados, trastornos en las lágrimas, puntos negros en la visión, picor, sequedad ocular...

Para mantener un Hígado en buen estado en lo que a la alimentación se refiere, deberíamos llevar una dieta (la más ligera del año) con alimentos como plantas tiernas, hojas verdes frescas, germinados y trigo tierno. Especias como la albahaca, hinojo, mejorana, romero, eneldo o laurel son adecuadas en primavera. El sabor ácido pertenece al elemento Madera, por lo tanto una cantidad moderada de este sabor tonificaría el Higado y la Vesícula Biliar y un exceso los dañaría; además, el ácido desintoxica el organismo. De este modo podríamos recomendar todas aquellas verduras de hoja y tallos verdes como el apio, col, espinacas, acelgas, etc, así como tomate, manzana, naranja, pera, uva, ciruela, cereza, limón y pomelo. Los azukis, la soja verde, habas y lentejas también son recomendables, así como el pescado blanco y las algas, el trigo, el centeno y el arroz.
En cuanto a la cocción, ésta debería de ser más ligera que en invierno, aumentando el consumo de alimentos escaldados y salteados y al vapor.
Así mismo, debemos evitar las carnes rojas y los alimentos de energía muy caliente, como los picantes, el café, los productos de charcutería, fritos, salsas, horneados y el alcohol

En cuanto al estilo de vida, el ejercicio físico suave como el Taichi, QiGong, Yoga o bailar, así como los paseos por la naturaleza o un buen masaje aumenta la oxigenación y desbloquea el Hígado, promoviendo la circulación sanguínea y favoreciendo el sueño.


Fuente:
"Los Fundamentos de la Medicina China", Giovanni Maciocia. Aneid Press, Ed. 1998.
"Dietoterapia Energética según los Cinco Elemento en la Medicina Tradicional China", Patricia Guerín. Miraguano Ediciones, Ed. 2013.
"Sanando con Alimentos Integrales, Tradiciones asiáticas y nutrición moderna" Paul Pitchford. Gaia Ediciones, Ed. 2011.




jueves, 2 de marzo de 2017

Acupuntura cosmética: lifting facial

La acupuntura estética surge en los años 70, cuando en el Hospital de Medicina China de Pekín comprobaron que al realizar tratamientos con acupuntura en pacientes para mejorar sus parálisis faciales, estos obtenían una notable mejoría en el aspecto estético de la piel respecto al lado no tratado. Mediante la inserción de finas agujas en la cara, se produce una contracción de la dermis y una estimulación sanguínea, lo que deriva en una tonificación del tejido y un fortalecimiento de los músculos faciales, disminuyendo las arrugas gracias a un aumento en la producción de colágeno y elastina, dando como resultado una piel más tersa y turgente, así como más hidratada. De esta forma, se reducen las líneas de expresión, las bolsas y ojeras, disminuyen las patas de gallo y se elevan las cejas.

En una primera sesión de lifting con acupuntura facial, el terapeuta de Medicina China o acupuntor hará una pequeña historia clínica, y después procederá a realizar el lifting. Para ello, insertará unas finas agujas en distintos puntos de la cara así como en las arrugas a tratar. Además, es posible que inserte también otras agujas de forma distal, es decir, en zonas como brazos o piernas. Las agujas ayudan a disminuir bolsas y ojeras, mejorando el tono y brillo de la piel y estimulando los líquidos orgánicos para conseguir hidratar la piel o bien drenarla. Una vez retiradas las agujas, es posible que el terapeuta coloque en las orejas unas semillas de auriculoterapia, para continuar estimulando determinados puntos.



Un ciclo de lifting con acupuntura consta de unas 10-12 sesiones, siendo a partir de la quinta o sexta sesión cuando empiezan a notarse los resultados. Lo importante en estos tratamientos es la regularidad. Lo ideal sería realizar las sesiones semanalmente, pero también podrían iniciarse de manera intensiva a razón de dos sesiones semanales y a partir de la sexta sesión realizarlas semanalmente; O bien hacer las seis primeras sesiones semanalmente y el resto cada dos semanas. A partir de ahí, sería conveniente una sesión de refuerzo cada 3 o 4 meses, en función de la edad y de la piel de cada paciente. Es recomendable llevar una alimentación y un estilo de vida saludable para que los resultados se mantengan en el tiempo, así como evitar la exposición al sol sin la adecuada protección.

Fuente:
Acupuntura cosmética. Tratamiento de los trastornos y las patologías de la piel. Radha Thambirajah. Ed. Elsevier Masson, 2008.
www.jasonsmithmtc.com